viernes, 1 de julio de 2011

El dolor de un pueblo

Se cumplieron 37 años de la muerte de Juan Domingo Perón, quien fue un personaje primordial de la política argentina durante 30 años. Su presencia siguió vigente en la doctrina justicialista y su legado continuó en el actual modelo de país sin exclusiones, con independencia económica y soberanía política.

Al mediodía de aquel lunes de julio de 1974 la noticia de su fallecimiento provocó un inmenso dolor en el pueblo peronista, que fue a darle el último adiós a su líder. Esa noche la lluvia se descargó implacable sobre los cuerpos congelados de quienes esperaban, en largas filas, para entrar al Congreso a darle un saludo final.

Fueron a despedir al viejo General los cabecitas negras, esesocavón de la patria sublevado, que irrumpió en el 45 como protagonista de un proceso histórico, iniciado con la guerra de la independencia y la lucha de los caudillos libertarios.

Del mismo modo se hicieron presentes los obreros para agradecer al conductor por su inclusión social, a través del desarrollo de una economía al servicio del hombre, y la redistribución del ingreso. Como así también por el impulso dado a la industria liviana que permitió el aumento de la mano de obra asalariada.

Los trabajadores de la nación fueron a exteriorizar su reconocimiento por las reivindicaciones recibidas, plasmadas en una serie de leyes laborales, destinadas a cumplir con los antiguos reclamos del movimiento  obrero.  Como  fueron  los  estatutos  del  Peón  de  Campo,  del  Docente  Argentino  y  del Periodista Profesional, los beneficios de la jubilación, el aguinaldo, las vacaciones, la indemnización por despido, los convenios colectivos, la universidad obrera y la enseñanza técnica gratuita para todo asalariado, artesano o empleado.

Las mujeres de la patria con el corazón entristecido, asistieron a manifestar su gratitud por la dignidad recobrada  a  través  del  voto  femenino  impulsado  por  Evita,  y  la  participación  política  dentro  del movimiento  justicialista.  Por  sus  hijos,  los  únicos  privilegiados  en  el  Estado  de  Bienestar,  quienes pudieron acceder al sistema escolar del cual históricamente habían quedado afuera los sectores más necesitados.

Los niños sintieron que no volverían a ver al defensor de sus derechos, pero en su memoria siempre estaría presente, porque …abrió las puertas de las escuelas a los hijos de los peones y de los obreros más pobres, porque hizo lugar a los cabecitas negras. Material y simlicamente produjo una profunda democratización social del sistema educativo. Puiggrós (1997:18)1.

La juventud lo despidió con llanto reprimido, eran los hijos de los sectores populares a quienes la movilidad social - vigente a partir de la segunda mitad de los 40- les permitió acceder a la universidad y a un trabajo digno. Esas nuevas generaciones, en una transmisión social de los recuerdos2, protagonizaron el Luche y Vuelve y las jornadas gloriosas que permitieron el regreso del General al país después de 17 años.

El pueblo fue a decirle gracias al presidente constitucional por devolverle la esperanza colectiva. Por ser capaz de abandonar los viejos moldes de la economía política para reemplazarlos por una economía social, donde el capital debe actuar al servicio de la economía y ésta en función del bienestar general. Por ser un visionario en la formulación de esos principios fundacionales del Estado popular-democrático, donde la justicia social consistió en dar a cada individuo la posibilidad de afirmar su derecho en función social.

Sus circunstanciales enemigos sintieron que partió un político de raza, esta percepción lo llevó al dirigente radical Ricardo Balbín, a exclamar en su alocución durante los funerales de Perón, el 4 de julio de 1974: Este viejo adversario despide a un amigo.

Los líderes del mundo manifestaron pesar por la rdida, reconocieron en él a un estadista capaz de interpretar los signos de los tiempos, cuando pensó una   política exterior basada en los conceptos de "continentalismo" y "universalismo" con proyección al siglo XXI. Cuando imagi la tercera posición doctrinaria con motivo de la división de Europa, luego de la última guerra, en dos bloques a ambos lados de la cortina de hierro, como consecuencia de los acuerdos de Yalta y Potsdam.

En el momento de la partida del viejo estratega, tal vez en los dirigentes del tercer mundo repicaron sus palabras: Para nosotros los justicialistas el mundo se divide hoy en capitalistas y comunistas en pugna: nosotros no somos ni lo uno, ni lo otro. Completó luego la idea cuando expresó: Tanto el capitalismo como el comunismo son sistemas ya superados por el tiempo, consideramos al capitalismo como la explotación del hombre por el capital al comunismo como la explotación del individuo por el Estado3.

Seguramente el General Perón desde el lugar donde se encuentra recordará la tristeza de los descamisados cuando dejó esta tierra, pero en sus oídos escuchará una y otra vez la voz del pueblo, esa maravillosa música presente en aquel 17 de octubre del 45, cuando Evita, junto a sus grasitas, lo proclamó el conductor del proceso de liberación nacional.

Tal vez para él resonará eternamente esa maravillosa música que lo acompañó, en un día como ése pero cinco años después, cuando dijo en la Plaza de Mayo: La verdadera democracia es aquella donde el gobierno hace lo que el Pueblo quiere y defiende un solo interés: el del Pueblo.

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1 Puiggrós. Adriana.  La otra reforma. Desde la educación menemista al fin de siglo. Editorial Galerna. Buenos Aires. 1997.
2 Bloch. M. Citado por B. Baczko. Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzacolectivas. Nueva Visión. pp.184-185. Argentina. 1991
3
Perón. J. La fuerza es el derecho de las bestias. Editora Gráfica Mundo. Lima. Pe. 1955.




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