viernes, 9 de septiembre de 2011

Una mirada sobre la educación peronista (1946-1955)

La significativa presencia del Estado en materia educativa durante el período 1946-1955, garantizó en el país la gratuidad de los niveles primario y universitario. Como así también la enseñanza técnica para todo obrero, artesano o empleado que viviera de su trabajo. En tanto se estableció la modalidad comercial, y se crearon veinte hogares-escuela para alumnos con diferentes problemáticas.

La matrícula total del nivel medio manifestó un fuerte crecimiento, se extendió a la mayor parte de los hijos de la clase media y, a la vez, incorporó significativamente a los hijos de los estratos altos de la clase trabajadora, sectores que contaban con el capital cultural y los recursos materiales para sacar mejor partido de la ampliación de las oportunidades educativas, llevada a cabo por el gobierno peronista. Torre y Pastoriza (2002:298)[1]

En dicho contexto se organizaron las escuelas-fábrica con un proyecto pedagógico mixto que alternó el estudio con la producción. En el año 1947 se aprobó la ley 12.978 que estableció la enseñanza religiosa en los colegios.

El peronismo extendió el sistema educativo liberal e incorporó a los sectores que habían quedado afuera, según Puiggrós (1997:18)[2] “Material y simbólicamente produjo una profunda democratización social del sistema educativo”.

Sobre la base de los lineamientos del Primer Plan Quinquenal (1947-1951), el subsecretario de Instrucción Pública, Jorge P. Arizaga realizó las reformas educativas, y se fundó Consejo Nacional de Educación con las Secciones Primaria, Media y Técnica. Por su parte las Escuelas Industriales de la Nación tomaron esa denominación por el decreto 19379/48, y comprendieron a las de Artes y Oficios, las Técnicas de Oficio y las Industriales.

En este tiempo el modelo de sustitución de importaciones disparó la necesidad de una vinculación de la enseñanza con el trabajo productivo, lo cual motivó en ese mismo año la creación de la Universidad Obrera Nacional.

El Estado de bienestar consolidado en este período, tuvo como consecuencia la aprobación, el 11 de marzo de 1949, de la constitución justicialista con un fuerte contenido social, donde se declaró obligatoria y gratuita la enseñanza primaria elemental en las escuelas del Estado. Además se estipuló que las universidades tenían el derecho de gobernarse con autonomía.
En ese año se realizó en Mendoza el Primer Congreso de Nacional de Filosofía, durante la clausura Perón anunció “Nuestra acción de gobierno no representa un partido político sino un gran movimiento nacional, con una doctrina propia, nueva en el campo político mundial”.

El peronismo puso también en marcha los canales orgánicos, el nuevo sistema circulatorio de la Doctrina. “Perón había postergado su lanzamiento hasta el Segundo Plan Quinquenal y, efectivamente, a partir de ese programa se profundizó la organización de instancias político-educacionales que funcionarían como espacio de combinación entre el Estado, el Partido Peronista y sectores de la sociedad civil”. Bernetti y Puiggrós (1993:339)[3]  

También por la vigencia del Segundo Plan Quinquenal en 1952, se determinó (Capítulo IV, en su apartado d), que los textos escolares a nivel primario, fueran estructurados concordantemente con los principios de la doctrina nacional. En dicho marco, “La razón de mi vida” de Eva Perón se convirtió en libro de lectura obligatoria en las escuelas.

Dos años después se aprobó el Estatuto del Docente Argentino donde se definió el concepto de estado docente, que comprendió a los maestros de establecimientos oficiales. Durante esta época los educadores de primaria recibieron un aumento de sueldo que elevó su haber de 450 pesos a 1000 pesos, también fueron equiparados los salarios del resto de los maestros.

En tanto, el 14 de abril de 1954, se inauguró en Ezeiza el Hogar Escuela Evita, un establecimiento destinado a formar a niños y adolescentes con diversas problemáticas socio-económicas. Se fundaron veinte albergues de este tipo en el país.

El gobierno justicialista tuvo la particularidad según Puiggrós (1992:67)[4] “de abarcar, incorporar y ordenar como propuesta que revirtió en la sociedad, un sistema estatal de capacitación técnico-profesional, como parte del proceso de construcción de un discurso hegemónico”.   

El 11 de mayo de 1955 en las escuelas se suprimió la enseñanza religiosa, en medio de un conflicto con sectores católicos. Luego de la destitución de Perón, se dejaron sin efecto algunas de las medidas y los planes educativos implementadas durante su gobierno.

Germani (1980:125)[5] realizó una investigación en 1960 donde reveló la continuidad de la movilidad social en el país, la mitad de los que habían nacido de padres obreros en la ciudad, se habían convertido en miembros de la clase media, y otro 40% había pasado de empleos no calificados a ocupaciones calificadas.

Hogar Escuela Evita de Ezeiza

 Hogar Escuela Eva Perón de Mendoza

Libros de textos

Libros de textos

Escuela Nº 22 (originalmente) luego Nº 50 Naciones Unidas (Rosario del Tala-Entre Ríos)

Escuela Hogar Nº 14 Sarmiento, San Luis


Torre J. y Pastoriza. E. “La democratización del bienestar”. En Los años peronistas (1943-1955). Juan Carlos Torre  
    director. Editorial Sudamericana. Buenos Aires. 2002.
2 Puiggrós. La otra reforma. Desde la educación menemista al fin de siglo. Editorial Galerna. Buenos Aires. 1997

3 Bernetti y Puiggrós A. (1993) Historia de la educación en la Argentina. Peronismo: Cultura política y Educación (1945-
   1955). Galerna. Buenos Aires. 1993.
4 Puiggrós A. Historia de la educación en la Argentina. Escuela, Democracia y Orden (1916-1943). Tercer Tomo.  
  Galerna. Buenos Aires. 1992.
5 Germani. G. “El surgimiento del peronismo: el rol de los obreros y de los migrantes internos” en Mora y Araujo M. y 
   Llorente I. (compiladores). El voto peronista. Ensayo de sociología electoral argentina. Sudamericana. Bs. As.1980. 


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