martes, 23 de agosto de 2011

22 de agosto de 1951 - Día del Renunciamiento


Una multitud se congregó en la avenida 9 de julio para participar del cabildo abierto del justicialismo el 22 de agosto de 1951. El motivo del masivo encuentro era la proclamación de la fórmula de la patria: Juan D. Perón-Eva Perón, por el periodo 1952-1958.

La Confederación General del Trabajo (CGT) formalizó la convocatoria, en tal sentido se instaló el palco frente al ministerio Acción Social y Salud, hoy el edificio de Obras Públicas, donde se desplegaron dos retratos gigantescos del líder justicialista y su esposa.

Frente a esa escenografía se dieron cita miles de personas provenientes de todos los rincones del territorio argentino, para presenciar la concentración popular más grande organizada en el país hasta ese momento. Se movilizaron en cualquier medio de transporte, llegaron en camiones, trenes, micros y autos.

La intención de la CGT era proponer para el cargo de vicepresidente de la nación a la Abanderada de los Humildes. Para Ulloa[1] (2009:112) “Es evidente que José Espejo y el Comité Central Confederal no hubieran tomado esa decisión sin el consentimiento de la propia Evita”.

En tanto para Fermín Chávez[2] (1996:142) ella nunca pensó en ocupar esa función y “si dejó correr su nombre tantos meses fue para diluir la disputa interna por el cargo y taponar alguna candidatura que ambos consideraban inconveniente para el futuro del gobierno y del movimiento”.

Según relató Page[3] (1984:288), Espejo dijo, “mi general, notamos la ausencia  de su esposa, Eva Perón, la que no tiene igual en el mundo, en la historia, en el amor y veneración del pueblo argentino” Luego agregó, no podemos continuar sin su presencia.

Como no se encontraba en el palco oficial fueron a buscarla. Durante el histórico diálogo de Evita con la asamblea popular, ella expresó "como dijo el general Perón, yo siempre haré lo que diga el pueblo". En ese contexto la muchedumbre entendió que su respuesta era afirmativa, pero tiempo después ella manifestó su decisión de no aceptar la candidatura.

“Nunca, desde el 17 de octubre de 1945, se había repetido un diálogo épico entre la multitud y sus líderes como el de esa tarde, en una avenida ocupada por más de un millón de personas de todo el país”. Chávez[4] (1996:141)


A partir de entonces por iniciativa de la CGT, la historiografía justicialista recordó el 22 de agosto como el Día del Renunciamiento.

Tal vez sea posible imaginar la emoción de esa mujer de 32 años cuando el pueblo, reunido en la avenida 9 de julio, la proclamó para ocupar la vicepresidencia de la nación. Quizá también sea factible percibir el dolor a través de sus palabras, cuando no aceptó la distinción ofrecida por los trabajadores. Si bien era la persona con más méritos para tal responsabilidad, no le importó ese protagonismo.

El 31 de agosto a las 20 y 30, por la Cadena Nacional, Evita anunció su decisión irrevocable de renunciar a la postulación. “…Declaro que esta determinación surge de lo más íntimo de mi conciencia y por eso es totalmente libre, tiene toda la fuerza de mi voluntad definitiva”.  Después con voz quebrada agregó “Ya en aquella misma tarde maravillosa, que nunca olvidarán ni mis ojos  ni mi corazón, yo advertí que no debía cambiar mi puesto de lucha en el Movimiento Peronista por ningún otro puesto”. Maffeis[5] (2005).

En este periodo la enfermedad de Evita avanzó hacia un final conocido. Había transcurrido casi un mes de los sucesos referidos, cuando ocurrió el primer intento de golpe de Estado destinado a derrocar a Perón, encabezado por el general Benjamín Menéndez. La rebelión fracasó, en respuesta la CGT anunció una huelga general y movilizó a los trabajadores, en tanto Perón declaró el estado de guerra interno, vigente en la Constitución de 1949.

Con motivo de esa sublevación militar del 28 de septiembre de 1951, la primera dama habló por radio para agradecer la lealtad del pueblo argentino a su conductor, “en nombre de los humildes, de los descamisados, por quienes he dejado gustosa en mi camino jirones de mi salud”. Page[6] (1984:295)

El diario Democracia[7] (1999:291) publicó tres días después un apasionado discurso suyo, donde manifestó “Porque yo he aprendido de Perón a ser mujer de una causa…he aprendido de él que los ideales valen más que la vida y que por un ideal mientras no se ha dado todo, no se ha dado nada. Y mi causa y mis ideales son la causa y los ideales del pueblo”.

Evita fue operada seis días antes de las elecciones del 11 de noviembre de ese año. En tal circunstancia votó en la cama del hospital en cumplimiento de la ley 13.010/47, una conquista social impulsada por ella, que permitió a la mujer emitir el sufragio y ser candidata por primera vez en la historia argentina.

A esos comicios asistió el 90% del padrón femenino, este hecho benefició al peronismo que ganó en la capital, un distrito de signo político adverso, y la representación femenina alcanzó el 25% en el congreso nacional.


[1] Ulloa. A. Coordinador. Eva Duarte de Perón. El mito eterno. Colección Bicentenario. Planeta. Buenos Aires. 2009.
[2] Chávez. F. Eva Perón sin mitos. Ediciones Theoría.  Buenos Aires.1996.
[3] Page. J. Perón. Primera Parte (1895-1952). Vergara. Buenos Aires. 1984
[4] Chávez. F. Eva Perón sin mitos. Ediciones Theoría.  Buenos Aires.1996. 
[5] Maffeis. R. Escuela de Formación Política. Consejo del Partido Justicialista de Lomas de Zamora. 2005
[6] Page. J. Perón. Primera Parte (1895-1952). Vergara. Buenos Aires. 1984
[7] Democracia 1º-11-51. Evita. Historia del peronismo. Fundación pro Universidad de la Producción y del Trabajo. 
  Fundación de  Investigaciones Históricas Evita Perón. Buenos Aires. 1999


lunes, 15 de agosto de 2011

Contundente victoria de Bruera


El intendente de la ciudad de La Plata, Pablo Bruera, se impone con el 82% sobre los demás candidatos con los que compitió en la interna del Frente para la Victoria, lo que representa más del 37% del total de votos emitidos para esa categoría.

En la capital provincial Cristina Fernández de Kirchner obtuvo más del 40% de los votos emitidos, en el país se han escrutado más del 90% de las mesas, donde la presidenta ya sumaba 50% del total.

Por su parte, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, alcanzaba el 47% de los sufragios, con una diferencia de más de 30 puntos con Francisco De Narváez.

“En octubre vamos a ampliar el triunfo”

Anoche, en el bunker de Bruera instalado en el Partido Justicialista de La Plata, el jefe comunal expresó que “este es un triunfo resonante e histórico junto al gobernador Daniel Scioli y la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, y en las generales de octubre vamos a ampliarlo”.

"La diferencia con quien nos sigue es de más de 30 puntos. En la historia de los resultados nunca hubo semejante diferencia, y por eso queremos agradecer la confianza y ello nos exige más trabajo y responsabilidad. Hay muchas maneras de decirle gracias a los vecinos y nosotros lo queremos hacer con trabajo" manifestó.

Bruera remarcó que "la presidenta ha recibido un triunfo contundente en la ciudad con el cual hemos demostrado que el Frente para la Victoria, ha podido tener una propuesta homogénea y coherente".